Jazmín (izquierda de la foto) es una persona inquieta, de esas que nos encantan.
En su rostro tranquilo asoma una tímida sonrisa, no le gusta ser de las que destacan, ni de las que hacen ruido para llamar la atención. Ella es más de ver y hacer que de decir que hace. Por eso se animó con 16 años a unas prácticas no laborales en Ecos do Sur. Una propuesta que han hecho en su curso de cuarto de la ESO y que nos ha encantado.
Pensaba que llegaría a “un centro de acogida”, un concepto genérico y en realidad muy estrecho para todo lo que esconde el trabajo de la oficina de Madrid de Ecos do Sur. Durante una semana, Jazmín ha estado entre el equipo. Esas mujeres que veis en la foto: Rebeca, arriba, nuestra punta de lanza en Madrid desde hace muchos años; Amparo, derecha, una gran psicóloga imprescindible en todos los proyectos de la capital, y Cristina, en el centro, que está haciendo con nosotros sus prácticas del grado en Integración Social.
Jazmín ha conocido cada rincón, ha visto cómo trabajamos y se ha sorprendido: “Cómo hacen las cosas, no me lo esperaba, he visto cómo ayudan a la gente, cómo les asesoran y son realistas. No dan falsas esperanzas”. Estos días se ha empapado de nuestra esencia, de la forma que tenemos de entender lo social.
Prestamos servicios, atendemos a las personas y buscamos el modo de garantizar sus derechos humanos; queremos que tengan la información y los recursos para desarrollar su vida. Al final, el objetivo es que nuestros barrios sean lugares vivos, orgullosos de su diversidad y que se puedan aprovechar los talentos de todas las personas a través de la igualdad de oportunidades.
Durante estas prácticas, Jazmín se ha dado cuenta también de otra clave en nuestro trabajo: cada persona es un mundo y “aunque algunas vengan del mismo país o del mismo lugar cada una tiene un problema diferente”. Esta conexión directa con la realidad es algo que ha valorado especialmente en su paso por las oficinas de Madrid. Cree que otras personas de su edad tendrían que vivir este tipo de experiencia porque “deberían ver más allá de su entorno, estas prácticas les ayudarían a empatizar más y darse cuenta de la realidad de muchos”.
Se nos ha hecho corto tenerla por la oficina. Ojalá esta experiencia le sirva también para plantearse su futuro profesional. Nos ha dicho que con ella se lleva “todo, todo lo aprendido, los momentos y personas que he conocido”. Nosotras nos quedamos con las ganas de recibir a más jóvenes como ella, con inquietudes y que quieren entender el mundo desde lo próximo, desde la experiencia directa.
Esto ha sido posible gracias a la iniciativa del IES Joaquín Turina de Madrid en el marco del programa 4ºESO + Empresa.